6 Canciones con Dominantes Secundarios: seguro que lo reconocerás
¿Alguna vez te has preguntado cómo los grandes compositores logran crear progresiones armónicas con una dirección tal fuerte y clara? Una de las técnicas más efectivas y versátiles es el uso de dominantes secundarios. En este artículo, exploraremos qué son los dominantes secundarios, cómo funcionan y cómo puedes utilizarlos para elevar tus composiciones musicales.
¿Qué son los Dominantes Secundarios?
Un dominante secundario es un acorde que tomamos prestado de otra tonalidad para dar énfasis a algún grado de la tonalidad principal. Generalmente pedimos prestado el dominante (V grado) de esa tonalidad, y el resultado es un acorde de especie dominante (acorde 7) pero que no es el dominante de la tónica, sino de otro grado.
Para entender mejor este concepto, veamos un ejemplo:
Si estamos en la tonalidad de Do mayor, y quiero ir a un Dm (su II grado), puedo anteceder a este Dm con su propio dominante. Si saco el cálculo, este será A7 (cuento 5: Re, Mi, Fa, Sol, La; y lo hago especie 7: tríada mayor más séptima menor). Nuestra progresión completa queda: C – A7 – Dm.
Ejemplos de Dominantes Secundarios en Canciones Populares
Para ilustrar cómo se utilizan los dominantes secundarios en la música real, analizaremos seis canciones que hacen un uso efectivo de esta técnica:
1. “Something” – The Beatles
En esta canción, los Beatles utilizan uno de los dominantes secundarios más comunes: el V del IV. La progresión comienza con el acorde de tónica (C) que, pasando por un Cmaj7, se transforma en C7, actuando como dominante del IV grado (F).
2. “11 y 6” – Fito Páez
Fito Páez nos muestra otro dominante secundario común: el V del VI. Esta técnica da más fuerza al enlace entre la tónica y el VI grado, empujando la armonía hacia la relativa menor.
3. “Somebody To Love” – Queen
Queen utiliza un dominante del dominante (V del V) en esta canción, creando una tensión armónica que se resuelve de manera muy satisfactoria.
4. “Creep” – Radiohead
Radiohead nos enseña que no todos los dominantes secundarios deben resolver donde se espera, creando una progresión única y memorable.
5. “Bésame Mucho” – Los Panchos
Esta clásica canción demuestra cómo los dominantes secundarios funcionan igualmente bien en tonalidad menor. Además tiene un line cliché sobre la armonía de Am.
6. “All Of Me” – Standard de Jazz
Este estándar de jazz muestra cómo los dominantes secundarios pueden encadenarse unos con otros, creando una especie de bucle de tensión.
Trucos Adicionales para Usar Dominantes Secundarios
Además de los ejemplos anteriores, aquí hay un par de trucos extra para enriquecer aún más tus progresiones armónicas:
- Los II relacionados: Utiliza el II grado del acorde al que quieres llegar antes del dominante secundario. Para ir a Dm, en vez de solo A7, usas Em7(b5) – A7. Más info aquí.
- El VII° como reemplazo del V7(b9): Este truco te permite crear una sonoridad similar pero con un color armónico diferente. Para reemplazar a A7, utiliza C#°7. Más info aquí.
Si quieres, puedes descargar el PDF con todos los ejemplos:
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Conclusión
Los dominantes secundarios son una herramienta poderosa para enriquecer tu armonía, pero recuerda que la música es mucho más que recursos técnicos. La clave está en usarlos con moderación y siempre al servicio de la expresión musical.
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¿Qué opinas sobre el uso de dominantes secundarios en la música? ¿Tienes alguna canción favorita que utilice esta técnica? Comparte tus pensamientos en los comentarios.
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