Cromatismos “a la Barry Harris”: mejor que la escala Bebop

Una de las características de grandes solos y melodías tanto del jazz como otros estilos, es el uso de notas cromáticas que nos ayudan a conectar las notas principales de la escala de manera fluida.

Es como si los grandes improvisadores tuviesen un sentido innato de lo que funciona y lo que no, y cómo encajar rítmicamente esos cromatismos.

Hoy te enseñaremos una manera de pensar los cromatismos para que tu encaje rítmico sea perfecto, y que además engloba la escala de blues que conocemos todos y la escala bebop, que viene a ser como la solución por defecto para este problema (pero que tiene muchas limitaciones): estamos hablando de las reglas de semitono del gran Barry Harris.

Así que instrumento en mano y vamos a ello.

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El problema y la escala Bebop

Comenzaremos por definir la escala bebop: se trata de añadir una nota cromática entre la 5ta y la 6ta nota de la escala mayor, para producir así una escala de 8 notas que tenga un encaje rítmico perfecto. Con esto nos referimos a que las notas que ataquemos en tiempos fuertes van a ser notas compatibles con el acorde de tónica: 1, 3, 5, 6.

Aquí hemos tocado la escala de forma lineal, y luego una pequeña frase que aprovecha este cromatismo. La verdad es que es un dispositivo muy útil, pero al ser tan específico, es muy limitado.

Algo similar sucede con los cromatismos de blues, que nos ayudan a conectar notas de la escala:

Una vez que vamos comprendiendo estos mecanismos, veamos qué es esta gran regla de los semitonos que viene a englobar todos estos fenómenos y nos dará alas, literalmente.

Reglas de semitono de Barry Harris

La cosa es muy simple: vamos a conectar todas las notas de la escala por cromatismos, y en los puntos en donde las notas de la escala ya están separadas por semitono, haremos un pequeño ajuste dando la vuelta hacia la nota siguiente, y volviendo. De esta manera todos los tiempos fuertes serán notas de la escala, y los tiempos débiles serán las aproximaciones.

De seguro te queda más claro con el ejemplo:

De esta manera, podemos utilizar cualquier porción de la escala y conectar cromáticamente. Obviamente se puede usar la escala completa para llegar a un punto álgido.

Ahora apliquemos en dos líneas melódicas un poco más concretas.

En esta línea hemos utilizado un descenso desde la fundamental de la escala hasta la sexta, para luego saltar y bajar con arpegio de Em. Luego desde el Re, la segunda de la escala, retoma el descenso cromático y llega hasta el Si.

Y para cerrar abordemos un ejemplo un poco más “modal”, en La dórico:

Aquí hemos sido bastante directos: subimos desde la fundamental a la quinta y luego incorporamos un pequeño giro diatónico típico de La dórico, para volver a subir desde la quinta a la séptima, siempre respetando las reglas de semitono.

Conclusión

Lo que se puede hacer con esto es casi infinito. El primer paso es aprender a tocar la escala cromática completa siguiendo las reglas, lo que te debiese tomar como mínimo un par de días, y luego puedes ir abarcando fragmentos y creando frases poco a poco.

Obviamente, lo mejor es no abusar de la técnica. Si quieres complementar con otra técnica similar, te dejaremos aquí un video en el que hablamos sobre la aproximación cromática, que se trata de aproximarse a una nota objetivo más que conectar dos notas, y por ende se complementan perfectamente.

¡Buenas músicas!