¿Cómo Estructurar una Canción?
La Composición Musical, en sus distintas vertientes (clásico, popular, folclórico, rock, etc.), tiene mucho en común con la arquitectura o la carpintería, si bien trabajamos con el tiempo y no con el espacio.
Una gran parte del cómo estructurar una canción es aprender a proporcionar y relacionar el material musical. Así, nuestras secciones como el verso, el coro o los puentes, tendrán una proporción y una razón de ser, así como un hilo común.
Hoy te enseñaremos los principios fundamentales para estructurar una canción de manera satisfactoria, que son a su vez principios psicológicos que están detrás de cualquier forma musical.
¿Qué es la Forma Musical?
Podemos definir como forma musical a la estructura según la cual disponemos los distintos materiales musicales y secciones dentro de una pieza musical. Es el cómo y donde repetimos tal o cual sección, cuantas veces se repite cada una de ellas, cuanto dura cada una y cómo se relacionan, etc.
Pero hay mucho mas que eso: tenemos que saber que cada sección de música, cada pasaje, cada melodía, está ahí por alguna razón. Y que podemos tener un pasaje maravilloso, pero mal puesto no va a aportar en nada.
Es por ello que es indispensable entender algunos conceptos básicos del balance formal y tener alguna noción mas o menos clara de la estructura de lo que estamos creando.
En la parte práctica, las secciones o partes mas usuales en una canción son estrofa y estribillo, también llamados verso y coro.
El estribillo es la parte mas importante desde cierto punto de vista, ya que es “el gancho” (hook): lo que se repite y que le queda a uno en la cabeza dando vueltas.
La estrofa es mas el discurso o el viaje, y el texto tiende a ser distinto en cada repetición de esta estrofa o verso.
En una forma muy básica, una canción pop-rock podría constar solo de de estrofa y estribillo, que llamaremos A y B, y repetirse, es decir: A – B – A – B (verso coro verso coro).
Hay también canciones estróficas o “romanzas”, que no tienen un estribillo, y su forma es mas básica (lo que no implica una forma menor de arte, necesariamente!).
Dentro de cada sección pueden pasar muchas cosas y su estructura interna no tiene por qué ser algo estático ni cuadrado. Por ejemplo, la estrofa de “Durazno Sangrando”, de Invisible, tiene una estructura propia muy interesante, con subsecciones (a a b a). Aquí entra el concepto de periodo y oración, que son estructuras melódicas internas para cada sección. Todo esto y más lo tratamos en nuestros cursos de composición musical.
Unidad y variedad: el principio básico de la estructura
En cualquier música, necesitamos contraste y variedad para que nos mantengamos atentos, para no aburrirnos. Pero al mismo tiempo, necesitamos también que el material no sea tan dispar para no sentirnos perdidos, necesitamos familiaridad, repetición y desarrollo del material que ya ha sonado.
El balance entre unidad y variedad, es decir, entre lo nuevo y la repetición o desarrollo, es un aspecto esencial del Flujo en una Composición Musical. No podemos repetir todo el rato, pero tampoco podemos poner material nuevo a cada compás.
Un ejemplo clarísimo es el estribillo (coro) que tiende a repetirse idéntico, y las estrofas (versos) que generalmente cambian la letra en cada repetición.
Además, es muy usual que a una última repetición del estribillo le variemos algún elemento: una contramelodía que vaya jugando con la melodía principal, o una armonía ligeramente distinta, o incorporar algunas cuerdas que antes no estaban, etc.
También pasa con las estrofas en las que generalmente varía la textura: puede ser que la primera estrofa era arpegiada, suave, y la segunda sea rasgueada e intensa. Otras veces, se añade o quita un instrumento, o se varía el ritmo.
Estructuras auxiliares: puentes, secciones constrastantes, “pre-coros”, desarrollos…
Dentro de la estructura de una canción, podemos también tener secciones que asistan a las principales (estrofa y estribillo, en el caso de la canción), que pueden ser puentes que conecten secciones distintas, o secciones contrastantes que nos den un nuevo aliento para la repetición posterior, o bien una sección de desarrollo.
Con pre-coro, nos referimos a un puente que ayuda a conectar la estrofa con el estribillo. Generalmente son secciones cortas.
Cuando la forma ya se ha repetido un par de veces (por ejemplo, A – B – A – B), suele ser necesario incorporar una sección contrastante que nos ayude a renovar el interés y la energía antes de repetir nuevamente. Quedaría A – B – A – B – C – B, por ejemplo (llendo directamente al coro al final)
El desarrollo es la evolución de una idea musical, y es propio de formas musicales mas largas como sucede en la música académica (“Clásica”). En otro post hablamos con mas detalle del desarrollo.
Introducciones, interludios y finales
Es muy usual que haya una introducción que nos ayude a entrar en onda, establecer la tonalidad, y preparar el terreno para la primera estrofa. Generalmente, es muy similar a nivel de armonía a la estrofa, y algunas veces se asigna la misma melodía vocal a un instrumento, o lleva una melodía propia.
Esta introducción muchas veces también funciona como interludio, para separar estrofas o separar el estribillo de la estrofa.
Por otro lado, están los finales: algo muy usual es que al final se repita el estribillo, durando así el doble. Algunas veces esta repetición cambia un tono completo hacia arriba, una situación recurrente en el pop para lucir a la cantante.
Otras veces, se incluye una pequeña coda: un gesto de finalización, que alarga o repite la última frase para darle un cierre más satisfactorio a la estructura de la canción.
Algunas formas usuales para estructurar una canción
- Verso – Coro – Verso – Coro (x2 – se repite al final)
- Intro – Verso – Coro – Verso – Coro
- Intro – Verso – Coro – Interludio (intro) – Verso – Coro
- A – A – B – A (“Gran canción americana”)
- Intro – estrofa – interludio – estrofa – Coda (canción estrófica o romanza)
- Verso – Coro – Verso – Coro – Sección contrastante – Coro
Con esto ya tienes infinitas combinaciones para jugar.
Una Técnica para darle Estructura a una Canción
Te proponemos en el video una técnica para estructurar tu canción de forma mas ordenada:
- Primero, tomas una idea global, que será el centro, el mensaje de tu canción. Puede ser un poema, una imágen, una escena, una frase, una palabra, etc…
- Ahora, defines secciones principales. También puedes definir secciones auxiliares de antemano, si bien no es necesario. En el caso mas común, la estructura común de una canción consta de una estrofa y un estribillo.
- Ahora vas a definir sub-ideas para cada sección dentro de la Canción. Es decir, para expresar ese mensaje global, cada sección va a definir un aspecto de esta idea principal.
- Una vez que tenemos estas sub-ideas, haremos una lista de palabras para cada una. Todas las palabras sirven, y sus sinónimos. Esta lista nos ayudará a escribir una letra, así como también a cerrar y definir mejor la idea. Sirve también para instrumentales.
- Ahora veremos qué elementos técnicos nos permiten expresar eso que queremos. Por ejemplo, si queremos expresar algo brillante, usaremos una tonalidad mayor o un modo mas brillante como el Lidio. Hay que tener en cuenta que también podemos expresar algo brillante con una tonalidad menor, y viceversa, pero por lo mismo definiremos con claridad los recursos técnicos. En el video, puedes ver con mas detalle qué recursos técnicos podemos definir de antemano.
Con estos pasos, tendrás un método seguro para abordar el cómo estructurar una canción, ¡ahora falta ponerlo en práctica!
¿Te gustó el material?
Compártelo, y no te pierdas nada de los contenidos que subimos semana a semana suscribiéndote a la lista de correo:
Además, dale una vuelta a nuestros materiales gratuitos.
¡Buenas músicas!
Te invito también a darle una vuelta a nuestra formación y cursos online, que entregan un camino sólido y ordenado para aplicar la teoría musical en tus propias canciones.
Respuestas