El problema de las tablaturas

Un 99% de las personas que tocan guitarra eléctrica, en cualquier parte del mundo, han utilizado alguna vez en la vida una tablatura. Como dice la colega Loremarilu, puede ser que la pregunta más repetida por guitarristas sea ¿Tienen la tablatura de X canción?”.

Y si, tiene cosas que son geniales, pero otras que no lo son tanto: cuando abusamos de ella, puede traer varias trabas en tu aprendizaje, en especial a largo plazo.

Hoy haremos un análisis de qué problemas podrían surgir del uso exclusivo de esta herramienta, y qué podemos hacer para evitarlo.

Problema 1. La falta de información musical

El primer problema de la tablatura, que es evidente, es que no muestra información musical si no que únicamente muestra información mecánica: qué dedo va en qué cuerda.

A nivel muy básico, no te dice qué nota está sonando. Tu cerebro se acostumbra a pensar “cuerda 5 espacio 3”, en vez de Do.

Si te acostumbras de por vida a esto y sigues pensando en cuerda – espacio y nunca haces ejercicios para aprender dónde están las notas en el diapasón, no lo vas a aprender nunca prácticamente.

Si te fijas, esa es la traba número uno para guitarristas principiantes que quieren encarar la teoría y crecer un poco: no conocen las notas en su instrumento.

Además, como no te dice qué nota es, tampoco estás pensando en sostenidos ni bemoles y en cual corresponde para cada caso, y ese es un gran problema: estar tocando en Sol menor y confundir un Sib con un La# puede desarmar el sistema y dejarte muchas dudas.

Problema 2. El ritmo

Además, la tablatura tradicional no dice nada sobre el ritmo: se supone que tengas que escuchar la canción o conocerla de antemano para descifrar dónde van esas notas.

Esto nos trae otro problema clásico de los guitarristas, que tal vez sería el problema número dos: la imprecisión rítmica. El ritmo va “más o menos por ahí”, pero sin un dominio real como para tocarlo más lento, mucho más lento, más rápido, y a tempo.

La notación musical tradicional del ritmo si nos plantea una manera de obtener esa precisión: esta nota va en la segunda corchea del segundo tiempo, y no “por ahí”. Por eso es que aprender un poco de lectura musical, aunque sea solo la rítmica, suele mejorar tu ritmo de una manera increíble.

Obviamente, la música no es tan cuadrada como lo plantea la notación: es solo una aproximación que luego, mediante el feel rítmico adecuado, ganará vida propia.

Hay una solución para este problema: las tablaturas que incluyen el ritmo. Obviamente, debes conocer la notación rítmica tradicional de las partituras para poder leerlo.

Problema 3. No sacar música de oído

El siguiente problema, para que no crean que soy un embajador de la partitura, es que nos acostumbramos a que nos den todo masticado, fácil y en bandeja: nunca sacamos música de oído.

Y creo que este proceso es fundamental para desarrollar sensabilidad e intuición musical: uno de los momentos de mayor concentración e inmersión que puedes lograr en música es intentar sacar un pasaje en tu instrumento, o directo a la partitura, sin mayor recurso que tu escucha atenta.

Siempre recomiendo hacerlo con audífonos, escuchar muchas veces, ver videos tal vez, y considero que un marco teórico, aunque sea básico, ayuda muchísimo a agilizar el proceso. Esto es porque hay cosas que ya “te esperas”, cosas que son más normales que otras. Si ya te das cuenta que está en Re mayor, ya sabes las notas que probablemente aparezcan más, conoces su campo armónico, te darás cuenta de algo raro si aparece y así.

Aquí creo que tanto la partitura como la tablatura son herramientas que, de vez en cuando, debemos dejar de lado para confiar en nuestro oído y darle un muy saludable entrenamiento. Tu musicalidad lo agradecerá.

Problemas de la partitura

Al mismo tiempo, no podemos negar otros aspectos negativos de la partitura:

  • Cuando nos dice que toquemos X nota, no sabemos bien dónde está esa nota a menos que se incluyan símbolos de digitación. La mayoría de las veces, se escribe uno que otro símbolo y los demás se dejan a deducción del intérprete, según la posición en la que está, o bien se indica la posición. Este aprendizaje puede ser un poco lento al principio, pero una vez que lo tienes ya se hace casi automático.
  • Muchas veces, al tener el ritmo escrito al 100%, y estar leyendo, nos ponemos como robot en cuanto a la rítmica. Esto es culpa de quien lee y no de la herramienta, claramente, pero es una realidad. Es importante intentar relajar el cuerpo y soltar el ritmo.

Cosas buenas de la tablatura

Lo que si es innegable es que la partitura tiene ciertas bondades, aunque hayamos tenido que llegar al final del video para hablar de ellas: se ha desarrollado mucho a la hora de cifrar claramente las técnicas propias de la guitarra eléctrica como el bend, los tapping, y otras.

Además es re práctico y directo al hueso: no hay mucho espacio para la equivocación, y te indica claramente dónde se está tocando la nota, considerando que en la guitarra hay muchas posibilidades para cada nota. En ese sentido, la digitación es más precisa y sencilla que en la partitura, en donde tenemos que utilizar símbolos adicionales.

No olvidemos que la tablatura tampoco es algo novedoso: la vihuela y la guitarra leían tablaturas en el siglo XVI ya (aunque eran un poco distintas), por la misma razón: su practicidad. Y, además, porque el sistema de notación que conocemos aún no estaba plenamente desarrollado.

Conclusiones

Como ves, nadie es el diablo aquí: todo tiene su justo lugar y sus limitaciones. No tienes por qué dejar de utilizar tablatura: basta con que te des el tiempo y la energía de suplir esas faltas que genera su abuso. O sea, practicar un poco de lectura rítmica, y conocer al revés y al derecho las notas en el diapasón, poco a poco, semana por semana.

Además, es muy práctico utilizar un sistema doble en donde tienes tablatura y partitura juntos, que es el que usamos en los cursos de guitarra de Cresciente.

Si quieres aprender un poco de lectura de partituras, y se te han hecho muy secos otros métodos, esperamos que el que dejaremos aquí en la esquina, que es totalmente gratuito, te sea un poco más amigable.

De seguro que conjugando lo mejor de ambos mundos tendremos tremendos beneficios para nuestra musicalidad, entendimiento teórico práctico y creatividad.

¡Suerte con eso!

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